6.01.2009

Caos permanente en vías públicas

En Guacarí existe total descontrol vehicular sobre la carrera séptima entre calles 4ta a la 6ta, ante la mirada atónita de las autoridades y la Administración Municipal.




Redacción Guacarí
El Periódico
Constantemente se presentan trancones sobre la carrera 7ª, a la altura de las calles 4a a la 6a del municipio de Guacari, por la falta de zonas de parqueo para los buses, busetas, y toda clase de vehículos del servicio público, que allí legan y los del área urbana.
Lo que comúnmente se conoce como el sector de la galería, es todo un desorden, pareciera como si no existiera gobierno local para que direccione temas concernientes a mejorar la movilidad en éste que hace parte fundamental del territorio paraíso en el Valle del Cauca.
Diseñar una Terminal de Transporte es de vital importancia y se requiere con urgencia para evitar el caos que diariamente deben soportar los comerciantes, que por tal situación resultan afectados en sus ventas, pues ni siquiera pueden contar con una zona de parqueo para los clientes y compradores.
De otro lado, los taxistas que operan en este sector, intranquilizan con el ruido generado por los radioteléfonos portátiles que utilizan como medio de comunicación con la central; y como si fuera poco, los llamados jaladores, que se ganan la vida indicando a los pasajeros cuál es el bus que los llevará a su destino, son quienes tratan de controlar el desordenado tráfico vehicular.
Es de analizar por parte del Alcalde Harold Sanclemente, lo que se presenta allí, en pleno sector céntrico y de gran confluencia de visitantes; esto deja notar la falta de un plan de ordenamiento territorial, que regule estas acciones. De igual manera, el Secretario de Tránsito tiene bajo la manga el as que le permite cortar de raíz este flagelo y permitir que los vehículos de las empresas del transporte público de pasajeros, puedan prestar un servicio con altura y acorde a las necesidades de los usuarios.
La carrera séptima es el principal corredor de ingreso y salida de vehículos, razón por la cual los vehículos cruzan en doble sentido, arriesgando con accidentes de tránsito; y qué decir para los peatones que en su afán de tener un cupo y que no los deje el bus, se arriesgan corriendo por entre el desorden, contribuyendo más a la problemática.
Y al tocar el tema con la Policía de Tránsito, por allí ni se aparecen aunque sea a tratar de controlar este complejo desorden; "durante los fines de semana, da pereza pasar por allí", indican algunos comerciantes, hasta ellos sienten pereza de abrir sus negocios por cuanto las ventas han disminuido notablemente.