10.31.2016

Con cierre de establecimientos se cumple sentencia de la Corte Constitucional


Redacción Roldanillo
El Periódico

La Corte Constitucional ordenó a 14 bares del municipio de Roldanillo, norte del Valle, insonorizar sus establecimientos para proteger el derecho a la intimidad y tranquilidad de los habitantes de los barrios Ipira y José María Barbosa.
Tras un largo proceso que comenzó con una acción de tutela instaurada por varios ciudadanos de dichos barrios, la Corte ordenó a los dueños de los bares tomar medidas en un plazo de cuatro meses.
Los demandantes señalaron a la Corte Constitucional que en los barrios mencionados han existido negocios diurnos que no generan ruidos ni afectan la tranquilidad; sin embargo, debido a la falta de control de las autoridades en los últimos años han sido permitidas la construcción y adecuación de bares y discotecas en zonas colindantes con estos barrios.
También señalaron a la Corte que estos bares, además de la música con alto volumen, "hacen perifoneo para patrocinar sus eventos, presentan “shows de strippers”, animadores, eventos musicales en vivo y queman pólvora, todo ello, sin estar sujetos a un horario establecido por parte de las autoridades locales".
Debido a ello, en la Sentencia T-099/16 del 29 de febrero del 2016, la Sala Quinta de Revisión de la Corte Constitucional concluye que fueron vulnerados los derechos fundamentales a la intimidad y tranquilidad de los accionantes residentes de los barrios mencionados, "como quiera que los establecimientos de comercio accionados, producen niveles elevados de ruido, debido a que no cuentan con los planes de insonorización exigidos por la Ley 232 de 1995".
Otra de las conclusiones de la Corte señala que muchos de los establecimientos a los que aplica la sentencia no tienen permisos de uso de suelo vigente.
La decisión de la Corte también ordena a la Secretaría de Planeación de Roldanillo abstenerse de renovar u otorgar permisos de uso del suelo sin que los propietarios, dueños y/o representantes legales de los establecimientos de comercio accionados, cumplan con los requisitos legales comprendidos en la Ley 232 de 1995.
En el barrio de al lado, Ipira, las cosas siguen de la misma manera. Allí, según sus habitantes, "el ruido sigue igual, la música con alto volumen y el escándalo está en las mismas, lo único que mejoró un poquito fue el espacio público el fin de semana porque la Policía estuvo haciendo presencia".
Líderes de estos barrios esperan que los bares y discotecas cumplan con la orden de la Corte Constitucional y la tranquilidad vuelva a ser parte de su cotidianidad.