6.08.2009

Puente “La Bamba” aún cuelga atravesando el Río Bugalagrande

Redacción Bugalagrande
El Periódico

Desde hace 70 años los habitantes de Bugalagrande cuentan con un imponente puente colgante que fue construido para que los habitantes de las veredas y corregimientos del otro lado del municipio, pudieran llegar al centro poblado a realizar sus compras y actividades comerciales.
El puente colgante “La Bamba” en el barrio primero de Mayo,  conecta el centro de Bugalagrande con las veredas Meztizal, Guayabo, Caramanta, Chontaduro, San Antonio, y los sectores habitados de la orilla del Río Cauca.
Cuenta el señor Numa Pompilio González, que cuando él estaba muchacho, acostumbraba pasarse corriendo por el puente, porque le fascinaba el maqueo que éste hace; de hecho se ganó varios correazos de sus padres, quienes le tenían prohibido dado que el Río Bugalagrande tenía abundante corriente de agua y en tres ocasiones el caudal superó la altura del puente, poniéndolo en riesgo y dejándolo seriamente afectado.
Siempre ha cumplido la función de interconectar las comunidades, para ahorrar tiempo y espacio en el llamado “Cruce de la Virgen”, en la entrada al pueblo.
En torno a este puente colgante se tejen historias, como que en las noches aparecía el “Mohán”, un personaje mitológico al que se atribuía llevarse los niños desobedientes. Otros, como don Efraín, indican que es cierto, llegada las 6 en la tarde los niños no podían cruzar el puente, pues se escuchaban golpes, estruendos y alaridos de la “Madre monte”, otro personaje que  reprendía las personas infieles en sus hogares. Pero en medio de tantas historias y leyendas que rodean este puente colgante, está la de un diseño de alta ingeniería que se gestó por parte de los propietarios de las fincas y haciendas del sector, posibilitando el paso a sus trabajadores y las familias, para llegar al centro del municipio a hacer sus compras, llevar las encomiendas de los patronos; el camino sólo se puede utilizar a pie, no se permite la circulación de motociclistas o montados en bicicletas, pues la madera que cubre el piso no soporta el tráfico pesado y las debilita, de ahí que la misma comunidad que lo utiliza, se encarga de su cuidado y preservación, al punto de instalarle bolardos en las entradas para impedir el paso de estos vehículos, en el caso de las bicicletas, son encaminadas llevándolas por sus conductores quienes pasan a pie. Don Joaquín Emilio Utima, comentó que todos los días hacía su tránsito por el entablado del puente y que le tocó acompañar muchos amigos bastante borrachos, por fortuna no se conoce que haya caído alguna persona al río, por cuanto las protecciones laterales están en debida manera que impide estos accidentes.