4.21.2014

Juan Manuel Santos, con respaldo total de los bugueños

Redacción Regional
El Periódico

La gira por tierras vallecaucanas del máximo líder de la Unidad Nacional, prosiguió el sábado 5 de abril, con una misa por la paz y la reconciliación, oficiada en la tradicional Basílica del Señor de los Milagros en Buga.
Durante la homilía, el padre Rafael Prada, Sacerdote rector de la Basílica del Señor de los Milagros de Buga, pidió a todos los colombianos que unamos las manos por la paz, que unamos las manos para que se cumpla el anhelo de la sociedad de vivir en un país libre de violencia.
El sacerdote dijo que se necesitan “manos libres de puñales, dispuestas a abrazar, para que las manos tengan trabajo, para que las manos estén libres de cadenas y ataduras”.
El acto litúrgico, en el que también se trató el tema de la prudencia, la fortaleza, la justicia y la templanza que deben caracterizar a los gobernantes, concluyó con la canción “Tus manos son las palomas de la paz”. Tras esto, Juan Manuel Santos y su hijo Esteban, comulgaron y el mandatario pasó al oratorio de la Basílica para elevar una plegaria personal.
El Sacerdote Rector de la Basílica aprovechó para abogar ante el Presidente Santos por obras como el Parque del Señor de los Milagros y la doble calzada Buga–Punta Brava, en Media Canoa.
Este primer acto de la jornada terminó con una visita de Juan Manuel Santos a la capilla privada de la Basílica, inaugurada en 1915 y construida por el misionero redentorista holandés Policarpo Habraken.
Allí, el padre Prada le mostró al mandatario las imágenes que simbolizan las cuatro virtudes cardinales que se trataron durante la misa. Es decir: prudencia para medir la consecuencias del comportamiento, justicia para dar a cada uno lo que se merece, fortaleza ante las dificultades, y templanza bajo el entendido de que “el que se domina a sí mismo es invencible”.
Al concluir su visita a la Basílica, el Jefe de Estado y su comitiva partieron rumbo a la Casa de la Juventud de Buga, donde en una breve pero emotiva intervención, Gustavo Gallego, uno de los líderes de las organizaciones de jóvenes del municipio, le dijo a Santos: “Con usted tendremos la paz que no tuvieron nuestros abuelos. La paz es un cuento que usted nos va a hacer realidad”. Visiblemente emocionado, Santos le respondió que ellos eran la generación de la paz, es decir sus beneficiarios más importantes, y que por eso debían comprometerse con la paz, trabajar por ella y difundirla en los corazones de todos los colombianos.

En Tuluá intercambió “monas” del álbum del Mundial de Fútbol
Al llegar a Tuluá, poco tiempo después, Santos fue recibido por bandas de música, zanqueros, residentes asomados a los balcones que lo saludaban levantando las manos, y jóvenes y víctimas que portaban pancartas con mensajes de “Viva la paz con Juan Manuel Presidente” y “Bienvenido Juan Manuel, Tuluá te quiere”.
Tras el emotivo recibimiento, Santos caminó por la zona comercial de Tuluá, donde degustó un cholado y se detuvo a dialogar con los propietarios de los establecimientos, a quienes escuchó y explicó sus propuestas de campaña para el periodo presidencial 2014–2018. Fue en ese momento cuando, en un acto inesperado de su recorrido, se encontró de sopetón con un puesto de “monas” del álbum del Mundial de Fútbol Brasil 2014. De manera que, sin dudarlo por un segundo, en compañía de su hijo Esteban, se aproximó al expendio, conversó con el dueño y compró e hizo el intercambio de las figuras, conocidas como “caramelos”, tan populares por estas épocas premundialistas.  

Palmireños  “ayúdenme a meter el gran golazo de la paz”
Luego de visitar a las gentes de El Cerrito, Juan Manuel Santos se dirigió a la Plaza de Bolívar de Palmira, donde fue recibido por una multitud de seguidores que enarbolaban banderas de la paz, blancas y multicolores, que cantaban el estribillo de “palmireña cómo te quiero” y luego, en cuanto lo vieron, empezaron a saludarlo con gritos de: ¡Ese es, Juan Manuel, ese es!
“Colombia está ganando un partido importante, en el que en el primer tiempo les metimos unos golazos al desempleo, a la inseguridad, a la miseria. Ahora les pido que me concedan jugar el segundo tiempo de ese partido, en el que nos proponemos meter el gran golazo de la paz”, les dijo Santos desde la tribuna.
“No queremos más víctimas en este país, somos hijos de una misma nación y todos los colombianos podemos vivir sin matarnos y reconciliándonos unos a otros”, concluyó el mandatario candidato.
Así cerraba Juan Manuel Santos, con broche de oro, su periplo de tres días por tierras vallecaucanas. Un periplo que tal vez no pueda borrar nunca de la memoria.
Fueron tres días durante los cuales los vallecaucanos le ratificaron al Presidente y candidato de la Unidad Nacional, Juan Manuel Santos, que su corazón y su cariño están con él.