4.29.2013

El Lago Calima se está secando


Redacción Calima-El Darién
El Periódico

El Lago Calima fue construido en 1961 por la empresa Perini. El embalse empezó a llenarse en 1964. La central hidroeléctrica se inauguró en 1965.
Toda la energía que se produce en la hidroeléctrica es para consumo interno y no se está vendiendo a Ecuador, como se rumora en El Darién. 
Turistas, comerciantes y nativos están alarmados por la situación que se presenta en el lago, unido a ello, las quejas por los fuertes y desagradables olores que se sienten en la zona.
De acuerdo con las mediciones que realiza la Empresa de Energía del Pacífico, Epsa, el nivel del embalse ha bajado 16 metros en los últimos meses, lo que representa el 50% de la capacidad de almacenamiento de agua.
110 metros es la altura máxima del embalse; 2.800.000 metros cúbicos es el volumen de relleno; 581.000.000 de metros cúbicos de agua es la capacidad que tiene el embalse y  120.000 kilovatios de energía por hora produce la hidroeléctrica. 
La situación se viene presentando desde hace un mes aproximadamente, al punto que los turistas al llegar a Darién, manifiestan no quedarse por cuanto los fétidos olores a barro podrido y la presencia de desechos orgánicos, los aleja.
Las playas resecas y agrietadas por el sol, que se han formado en las orillas del lago Calima, el pantano que ya empieza a oler mal y la ausencia de bañistas, se han convertido en preocupaciones recurrentes de los habitantes de Calima-El Darién, especialmente de las personas que viven de la actividad turística en torno a ese embalse.
El caso más grave se registra por el sector de Remolinos y Jiguales, en donde prácticamente el espejo lagunar ha desaparecido del mapa, es evidente en especial en las entradas cuatro y cinco al lago, en donde los turistas acampan, pasean en ferry, jetsky o en lancha.
Actualmente en esta zona el nivel de agua  es de 1.392 metros sobre el nivel del mar, formando una extensa playa en donde el agua ya no existe.
Incluso algunas personas tienen dificultades para desembarcar sus lanchas, ya que los carros no entran porque hay gran parte de la playa que está llena de barro y se corre el riesgo de que los vehículos se atasquen.
El descenso en el nivel de las aguas del embalse del lago Calima, el principal atractivo turístico del Valle, tiene preocupados a los nativos, comerciantes y turistas de la zona. 
La sequía es tan notoria, que a simple vista se observan grandes extensiones de lodo, lo que ha generado alarma. 
"Nunca en tantos años, ni siquiera cuando se presentó el Fenómeno de El Niño en 1992, se había visto que el agua bajara tanto,  es preocupante lo que está pasando”, aseguran los propietarios de la zona. 
La sequía del embalse, según la Empresa de Energía del Pacífico, Epsa, propietaria del lugar, se debe al intenso verano que azotó la región, lo que obligó a poner en pleno funcionamiento la hidroeléctrica. 
Calima es una de las reservas de energía que se tiene para evitar racionamientos en el Valle y actualmente está operando, lo cual ocasiona problemas a los visitantes y a los residentes en el área. 
No obstante, las quejas por el que algunos comerciantes llaman "deprimente espectáculo del paisaje" no cesan. "Hay inquietud entre los turistas, pues la mayoría dicen que el lago está feo. Eso nos preocupa, pues se llevan una mala imagen, lo que nos podría afectar”, manifiestan los afectados.