11.06.2012

No es cierto que haya yacimientos en la cuenca del Río Guabas


Redacción Ginebra
El Periódico

Con imanes acondicionados en una especie de detectores artesanales, cientos de mineros buscan Coltán en el lecho de la quebrada Vanegas, en Costa Rica, jurisdicción del municipio de Ginebra.
El rumor de que en ese municipio estaba la piedra, de la que se extrae un elemento utilizado para fabricar baterías de celulares, chips de computadores y televisores, se regó por la región y atrajo la atención de miles de personas que empezaron a trasladarse para iniciar la búsqueda.
"El rumor empezó hace tres meses y desde entonces nos hemos reunido con los barequeros para decirles, inicialmente, que esa práctica que realizan no es la adecuada para la exploración del Coltán y lo más importante, que no es cierto que en el municipio haya esa piedra", dijo Diana Duque, directora de la Umata de Ginebra, quien lidera las acciones para ponerle freno a esta práctica.
Explicó que los mineros recorren la quebrada con los imanes a los que se les pegan piedras negras. "Ellos creen que es Coltán, pero se trata de piedras con aleaciones de metal y otros minerales que son atraídos por el imán", dijo la funcionaria.
Manifestó su preocupación porque esta 'falsa información' ha generado la llegada de personas desde Cali, Palmira y otros municipios dispuestas a iniciar la búsqueda.
Ante la alerta, la Corporación Autónoma Regional del Valle –CVC, realizó un análisis de las rocas y descartó que se trate de Coltán.
Desde entonces se adelanta la socialización con al menos 200 mineros artesanales para evitar que la situación continúe.
Las autoridades les advierten de la problemática minera en esta región aurífera. Y aunque el hombre que inició esta situación con la compra de las piedras a 10.000 pesos la libra no regresó, se ha solicitado especial vigilancia para evitar conflictos como el de Zaragoza, en Buenaventura.
Óscar Libardo Campo, director de la CVC, dijo que no existe posibilidad de que haya yacimientos en la cuenca del río Guabas.
"No tenemos porque despertar esa fiebre por la minería del Coltán, pero hay gente ingenua que cree en esa posibilidad y ha empezado a desarrollar actividades que pueden generar deterioro ambiental", concluyó.