10.10.2016

Aun sin la firma del desarme en Colombia, el presidente Santos recibirá el premio Nobel de paz


No es la primera vez que el Comité Nobel usa el premio como un espaldarazo, más que un reconocimiento a un proceso terminado. Apenas en 2.009, eligió darle el premio a un recién posesionado Barack Obama, por “su visión y su trabajo de un mundo sin armas nucleares”. En este caso, al momento de oficializar el anuncio, la presidenta del Comité, Kaci Kullmann Five, dijo que ese organismo “desea animar a todos aquellos que se esfuerzan por lograr la paz, la reconciliación y la justicia en Colombia” y expresó su confianza en que el premio a Santos “le dará fuerza para tener éxito en esta exigente tarea”.

Kullman agregó: “Es la firme creencia del Comité Nobel de Noruega que el presidente Santos, a pesar del “No” de la mayoría en el referéndum, ha traído el sangriento conflicto mucho más cerca de una solución pacífica, y que gran parte del trabajo de base se ha establecido tanto para el desarme verificable de las Farc y un proceso histórico de la fraternidad y la reconciliación nacionales. Sus esfuerzos para promover así la paz cumplen los criterios y el espíritu de la voluntad de Alfred Nobel”. (Además: Santos, el segundo colombiano en recibir un Nobel)

El hecho de que el proceso no esté terminado es determinante para que el Nobel tenga este año por destinatario solo a una de las partes en negociación. Al ser un signo de apoyo más que un premio a algo logrado, el comité concentra su reconocimiento en el actor que considera necesita la fuerza para anclar su posición por la paz y aunar en su figura el respaldo internacional que el premio suele encarnar. Si el acuerdo hubiera sido ratificado en las urnas, con toda probabilidad el Nobel se habría dividido con Rodrigo Londoño.

Pero el respaldo del Comité de Noruega sin duda recarga las baterías de Juan Manuel Santos después de la peor semana de su vida política. Para el país es a la vez un reconocimiento y una señal de compromiso, que recuerda lo cerca que está todavía la posibilidad de una paz real. 

Para el Comité Nobel, el proceso de paz colombiano era, hasta antes del domingo, un ejemplo perfecto de lo que el Nobel de Paz busca reconocer. 

El 10 de diciembre Santos debe recibir su Nobel en Oslo, junto a una medalla y una suma cercana al millón de dólares. Recibirá también esa cualidad intangible, -mitad compromiso mitad expectativa-, que viene inevitablemente asociada al premio y que, según reconocen algunos laureados, no es siempre positiva.