9.26.2016

En Galicia le apuestan a una paz estable y duradera

Redacción Bugalagrande
El Periódico

El lugar que fuera el fortín de las AUC en el Valle del Cauca, donde muchos perdieron la esperanza de una vida en paz y sin miedo al destierro, es ahora un ejemplo de reconstrucción del tejido humano y trabajo comunitario. Así quedó evidenciado en la jornada que programó la Unidad de Restitución de Tierras (URT) este fin de semana en el corregimiento de Galicia, municipio de Bugalagrande, Valle del Cauca.
Con la llegada en 2013 de la Unidad de Restitución de Tierras a la cordillera central del departamento del Valle del Cauca, específicamente al corregimiento de Galicia, se reactivó la presencia del Estado que unos 15 años atrás fuera reclamada por la comunidad, debido a la violenta arremetida de los grupos armados, principalmente las AUC. Los paramilitares se tomaron Galicia como base de sus  sangrientas operaciones para disputarse el territorio con las Farc – EP.
El ambiente fue distinto este fin de semana, 300 habitantes de las veredas aledañas al corregimiento participaron con reflexiones referentes al primer punto del acuerdo de paz, sobre la reforma rural integral, el cual impactará positivamente sobre los procesos de restitución de tierras que se adelantan en la zona.
Además, tanto el Ejército como la Policía llevaron sus actividades cívicas. La comunidad fue atendida por médicos del Batallón de Alta Montaña No. 10, Mayor Oscar Giraldo Restrepo, que revisaron a cerca de 50 personas y les dieron medicamentos formulados. Los asistentes también disfrutaron de actividades recreativas.
El Director territorial de la URT Valle del Cauca Eje Cafetero, Hernando Enríquez, junto al alcalde de Bugalagrande, Jorge Eliécer Rojas, moderaron la charla en la que muchos despejaron sus dudas y manifestaron estar comprometidos con el Sí a la Paz, porque no quieren volver a vivir lo que en otrora debieron enfrentar solos y que tanto dolor les causó por cuenta del conflicto armado.
Enríquez expresó: “Entramos a un proceso de paz en el que a diferencia de otros procesos, la verdad construida por todos imperará.
En ese sentido el reconocimiento de quienes son las víctimas del conflicto armado nos permitirá adelantar los procesos de reparación de estas víctimas, quienes son el centro de los diálogos”. De la misma manera el funcionario explicó que una de las razones del conflicto armado es la inequidad en el acceso a las tierras, de ahí que el tema rural fue el primer punto de debate en la Habana. En el acuerdo se estableció, entre otras medidas la dotación de tierra para población campesina sin tierra o con tierra insuficiente, con la creación de un fondo que entregará 3.000.000 de hectáreas y facilitará el acceso a 7.000.000 de hectáreas más de tierras con riego, acceso a servicios, infraestructura y asistencia técnica del Estado. Se priorizarán las comunidades donde el Estado no ha hecho presencia, precisamente por el conflicto armado y se desarrollarán planes para la superación de la pobreza extrema, medidas que son prioridad para este y futuros Gobiernos.
Durante la actividad, un joven líder de la zona y víctima de abandono y despojo de tierras, pidió la palabra y expresó: “Las guerras dependen de las grandes necesidades de los campesinos y de las ciudades; nosotros que fuimos víctimas del conflicto y que somos personas vulnerables queremos la paz, no queremos vivir otra vez más guerras; la guerra trae es zozobra y problemas. Tenemos que levantarnos en un país sin grupos armados al margen de la ley, donde podamos caminar por nuestros campos de día y de noche sin temor. Aquí en Galicia le damos la bienvenida al tratado de paz porque nos han tenido muy presentes a la población campesina y vulnerable. Ojalá sea de beneficio para nosotros”.