11.10.2014

Violencia Intrafamiliar

Por: 
María Fernanda Gallego Valencia

Hablamos de toda omisión o acción protagonizada por los miembros que conforman el grupo familiar y causa daño físico, psicológico, sexual, económico, entre otros.
La violencia en cualquiera de sus modalidades es un atentado contra los derechos humanos y un importante problema de salud pública.
Se ha documentado la coexistencia de otras formas de violencia como la psicológica y la sexual, en los casos de violencia intrafamiliar especialmente la de pareja.
La agresión intrafamiliar no es un acto aislado, sino que es un proceso repetitivo a lo largo de la historia de la pareja; ésta impacta significativamente la salud física y mental de todos los miembros del núcleo familiar. Las consecuencias físicas se configuran desde las lesiones o el incremento en el riesgo de otros problemas de salud general o sexual y reproductiva, específicamente la gestación, complicaciones ginecológicas y las infecciones de transmisión sexual a corto y largo plazo. Igualmente, en los niños puede generar retardo en el desarrollo físico y/o cognitivo. 
La afectación de la salud mental a partir de la vivencia de episodios de violencia intrafamiliar incluye desordenes de personalidad, depresión, estrés post traumático, somatización, abuso de alcohol, tabaco y sustancias psicoactivas, hasta el aislamiento social y el suicidio.
En nuestro municipio (Caicedonia), a la fecha se han reportado 43 casos de violencia intrafamiliar durante el presente año, que de acuerdo con la ruta de atención han sido remitidos a la Fiscalía para darle curso al debido proceso. 
En el manejo integral de la violencia intrafamiliar de naturaleza física, emocional y especialmente la sexual, se debe contemplar prevención secundaria de otras situaciones con las que coexisten, como es el caso de embarazos no deseados que se atienden con la anticoncepción de emergencia y la profilaxis para Infecciones de Transmisión Sexual.
Factores de riesgo
Edad: determina el tipo de violencia intrafamiliar, se configuran subgrupos de riesgo; por ejemplo, en la juventud se aumenta la probabilidad de ser víctimas de violencia por parte de la pareja, las mujeres jóvenes presentan más riesgo de un ataque sexual que las mujeres mayores.
Sexo: Las mujeres presentan mayor riesgo de ser víctimas, aunque este género también puede desempeñar el rol de victimario, en el caso del maltrato infantil, donde la madre o madrastra es responsable del 29% de las agresiones y los padres o padrastros del 43%.
Consumo de alcohol y otras sustancias: En relación con las víctimas, las sustancias embriagantes limitan la posibilidad de auto protección, de interpretar y actuar de manera efectiva ante signos de amenaza o alarma