3.31.2014

El despojo donde lo perdió todo

Redacción Trujillo
El Periódico

La primera sentencia de restitución de tierras a una víctima del principal condenado por la masacre de Trujillo, le devuelve 4 predios a su legítimo dueño en cercanías de la emblemática hacienda Villa Paola.
Una familia de Riofrío, Valle del Cauca, hoy celebra la devolución de sus predios despojados hace 20 años por Henry Loaiza, alias “El Alacrán”, principal victimario y condenado por la macabra masacre de Trujillo.
El negocio jurídico que figura como celebrado en la notaría segunda de Buga, con escritura pública No. 2144 del 16 de agosto de 1994, entre 5 miembros de una misma familia y la sociedad Loaiza Díaz y Compañía S. EN C.S., o ganaderías Ache, representada por Henry Loaiza Ceballos, fue declarado inexistente y, por tanto, cancelado su registro.
La sentencia proferida por un juez de restitución de tierras devuelve, además de casi 100 hectáreas, la felicidad a una familia entera que sufrió el desplazamiento y despojo en el corregimiento de Fenicia, laderas de la cordillera occidental.
“La dinámica de este proceso comenzó cuando las fuerzas que habían en el sector buscaron por cualquier medio apoderarse de las fincas que estaban allí: yo fui secuestrado. Me obligaron a abandonar mi tierra cuando tenía 34 años, ahora tengo 64. Trabajaba con mi padre en ganadería y compré una tierra al lado de la de él, de ahí  también fui despojado. Me obligaron abandonar bajo amenazas de asesinato. Me fui y me dediqué a levantar a mi familia en otra ciudad”, así resume la historia de su despojo esta persona.
Cuando fue secuestrado lo llevaron a Cali donde estuvo 3 días bajo presión y maltratos para que firmara la compraventa del traslado jurídico de los predios a su nombre. Con los años y lejos de la que fue su casa paterna, quiso vender otra propiedad más pequeña que tenía, pero fue ahí donde se dio cuenta que ésta también había cambiado de dueño.
Mientras este humilde ganadero cambiaba de vida por culpa de la violencia, su despojador utilizaba sus predios aprovechando la colindancia con Villa Paola, lugar utilizado para albergar secuestrados, realizar torturas y asesinatos.
En diciembre de 2009, alias “El Alacrán”, reconocido por ser parte del extinto cartel de Cali, fue condenado por la muerte de dos testigos de la masacre de Trujillo. La finca Villa Paola fue allanada junto con todas sus propiedades, en las cuales también se encontraban las de esta familia hoy beneficiada por la restitución.
El solicitante expresó su agradecimiento al Gobierno Nacional y a los funcionarios de la Unidad de Restitución de Tierras (URT) por su arduo trabajo en el proceso administrativo y judicial que lo llevaron a recuperar sus predios. Después de 20 años de despojo, el hoy beneficiario, en tan sólo 4 meses, recuperó lo que le pertenecía.
“Yo voy a regresar a mi tierra a trabajar. Me siento muy agradecido porque ha sido un proceso muy preciso; el Gobierno ha sido muy honesto. Todo fue muy legal, me siento muy seguro. Yo voy a volver.”
El fallo judicial que favorece
al solicitante le reconoce la calidad de víctima a él y a su familia. Gracias a esto, el juez les restituyó 4 predios y declaró inexistente el negocio jurídico de compraventa, a su vez cancela la escritura pública de dicho contrato y levanta la medida cautelar que se tenía. Ordena igualmente la restitución jurídica y material de los predios, así como la inscripción de la sentencia en los folios de matrícula inmobiliaria a la oficina de Registro de Instrumentos Públicos de Tuluá Valle.
Por otro lado, el juez dispone aplicar el acuerdo de alivio de condonación y exoneración del impuesto predial, tasas y otras contribuciones a favor de los predios restituidos, además de inscribir al beneficiario en un programa de alivio de pasivos por servicios públicos.
La familia podrá acceder a programas de subsidio o mejoramiento de vivienda, salud, educación y todas las reparaciones integrales, con vocación transformadora, que dicta la ley. Asimismo, la Fuerza Pública deberá prestar seguridad al núcleo familiar para que se estabilice en forma adecuada nuevamente en su predio.
La Unidad de Restitución de Tierras celebra este logro porque refleja el resultado de la labor cumplida y le gana la batalla a los ilegales que pretendían quitarles las tierras a las personas indefensas.