2.17.2014

Puntos claros y posición neutra del entrante Registrador Municipal

Redacción Calima-El Darién
El Periódico

El nombramiento de Juan Carlos Álvarez, como Registrador (E) en el municipio de Calima-El Darién, en ausencia de la titular Noralba Muñoz, quien se encuentra en recuperación clínica, es un acontecimiento para la comunidad darienita, ya que Álvarez, un estudioso profesional Administrador de Empresas es el primer representante de ese municipio del centro occidente vallecaucano en asumir un cargo de tanta responsabilidad, máxime, a las puertas de unas elecciones para Senado y Cámara de Representantes el 9 de marzo, donde los registradores nacionales entran a ser parte del ojo del hura
cán electoral; elecciones en las cuales salen a relucir las suspicacias sobre el manejo de los escrutinios en detrimento del proceso de votación.
Es así como el pasado 11 del mes en curso, el Registrador oficializó su posesión mediante acta ante el Notario Único del municipio, con la presencia de 2 testigos de acuerdo con el ordenamiento de ley, en condiciones de carácter alterno a la firma del funcionario oficial de la Administración.
Su perfil le ha permitido acceder a posiciones de importancia en lo público, debido a su personalidad ajena a componendas que vayan en contra de entidades o personas, razón por la cual fue objeto de máxima calificación por parte del alto gobierno empeñado cada vez más en depurar a los municipios de tantos elementos que sólo han servido para sumirlos en el atraso. Para la jornada que se avecina, el Registrador ha recurrido a los buenos oficios de la Personería y de la Alcaldía para que hagan presencia activa y coadyuven a la vigilancia del proceso en todas sus etapas, al Comité de seguimiento electoral para que esté presente en todos los actos concernientes, y a los líderes de los partidos políticos.
Pese a los esfuerzos del gobierno nacional por brindar garantías a los procesos democráticos, en esta localidad vallecaucana se ve claramente una oposición a la presencia del funcionario, bajo el argumento de que el proceso no tendrá ninguna seguridad, lo que ante las miradas y piñones del común, su llegada refleja la claridad al final del túnel de la democracia darienita.