4.23.2013

Ocupación del espacio público, un problema de gobernabilidad


Redacción Guacarí
El Periódico

La ocupación del espacio público en el municipio de Guacari Valle, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los peatones que al igual que los comerciantes también tributan sagradamente al fisco municipal, actividad esta que se refleja a diario y es una constante para los guacariceños quienes deben lanzarse a la vía pública arriesgando sus vidas ante la imprudencia de los conductores de vehículos automotores quienes deambulan sin control alguno por las calles de esta localidad.
Aunque muchas son las solicitudes formales que se han elevado al presente gobierno local por parte de las comunidades organizadas para que se regule la utilización del espacio público, nada se ha ejecutado hasta el momento por parte de las dependencias encargadas de este tema.
Si se transita a pie por el sector de la galería o el centro, se podrá notar que los andenes son  convertidos en complemento de los negocios que exhiben sus productos al transeúnte, y qué decir de  algunos almacenes que ubican al exterior de sus establecimientos los productos para que sean vistos por los clientes y compradores, generando un completo ambiente de caos y desorden en las vías públicas, denotando la falta de un ordenamiento y planificación estratégica que conlleve a la armonía comercial.
Unido a este flagelo que no ha contado con el buen propósito de la presente administración municipal, se encuentra la falta de señalización de las calles, generando ambiente de intranquilidad a propios y visitantes  al momento de conducir cualquier clase de vehículo automotor o velocípedo, inspirando desaciertos en los programas y planes  de orientación; a más de ello, tal pareciera como si no existiera planificación alguna o un derrotero con un verdadero horizonte que direccione las acciones gubernamentales.
Manifiestan las comunidades que las acciones administrativas por parte del burgomaestre se hacen desde su escritorio,  desconociendo la verdadera situación y realidad en cada sector por cuanto el mandatario y su gabinete no se dan cita con las comunidades.
En cuanto al ordenamiento en el llamado sector comercial, el aspecto es desastroso por falta de regulación al tráfico vehicular, donde la señalización es falente porque ni siquiera se han dignado demarcar unas zonas para que los buses y busetas del servicio público de pasajeros del orden intermunicipal puedan estacionarse sin generar trancones viales.