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Como una falta a la credibilidad y acciones de desarrollo a la urbe, califican los darienitas la ingobernabilidad de la presente administración municipal por parte del Ejecutivo Luis Eduardo Vargas Tabares, quien lleva como Alcalde de Darién 16 meses y nada que despega esta localidad; si se toca el tema agrícola con la población campesina, los tiene en total desamparo por cuanto las vías rurales en mal estado afectan la economía de la mano de obra productiva en el campo, los productos agrícolas escasamente se comercializan en la galería del municipio, porque los altos costos de los insumos no dan para ofertarlos en otras partes, ello unido a los altos costos del transporte.
En lo concerniente al casco urbano, la malla vial está en total abandono, hasta el momento y durante esta administración no se han ejecutado obras civiles aunque sea de reparcheo de las mismas, lo cual denota un desinterés administrativo en conllevar a que este pujante municipio, que en otrora fuera epicentro del turismo vacacional, ahora se muestre como un centro de descanso dejando de lado el bienestar común por el cual fue elegido en las recientes contiendas políticas y que ahora tira al traste sin importancia alguna.
La situación de falta de gobierno se nota aun en las calles de esta localidad, donde el deterioro salta a la vista concentrándose en enormes huecos, vías impenetrables y carreteables; sólo basta hacer un recorrido a pie por el sector de la galería e inmediaciones al Palacio Municipal y se nota el desquebrajamiento de la capa asfáltica, es como si el tiempo se hubiese detenido en el espacio y ahora afecta a toda una comunidad sedienta del desarrollo y equilibrio socio-económico.
Las múltiples quejas de los conductores de vehículos automotores radican en los constantes daños en el sistema de amortiguación de los carros, que al pasar por estos sitios tan deteriorados, resultan reventados los resortes y hojas de soporte de amortiguación.
Tal pareciera como si no existiera una planificación en las acciones a desarrollar y se pone en juego una nutrida economía que poco a poco va desvaneciendo ante la mirada atónita de un gobierno inerte.
La falta de señalización se une al desorden administrativo, donde los turistas y visitantes no se percatan rápidamente del camino a seguir al momento de ingresar al centro poblado, la demarcación vial es invisible y se arriesga con la accidentalidad por el total desconocimiento del foráneo.
Y qué decir del programa de política pública para las comunidades menos favorecidas, las cuales ni siquiera pueden pensar en un futuro promisorio, ya que las fuentes de empleo no figuran en el plan de desarrollo de la presente administración municipal.
Es el caso de las constantes denuncias por parte del gremio de pequeños comerciantes, quienes vienen manifestando inconformidad por los exagerados cobros en los impuestos municipales que los viene asfixiando cada vez más, mientras que los pulpos están exentos de impuestos municipales y toda clase de contribuciones.
Allí los pobres son cada vez más pobres porque no cuentan con herramientas que les garantice el sustento diario y contar al menos con un ahorro para suplir alguna calamidad doméstica, ya que las empresas del sector turístico no se quieren asentar en este municipio por falta de una política clara de dinámica al desarrollo.
Aunque en su programa de gobierno manifiesta no desconocer que son tiempos difíciles que le esperan, y que está preparado para asumir con plena responsabilidad y garantías esta propuesta, conformando un equipo de gobierno capaz de enfrentar y asumir las problemáticas y requerimientos en lo social, financiero y ambiental, un año después de suscribir el plan de acción y desarrollo 2012 -2015, no refleja la lucha de un gobierno por el Darién que se quiere.
“Organizar el desarrollo territorial, de tal forma que la agricultura y el turismo se conviertan en un engranaje de fuerza productiva, generadora de empleo y de ingresos”. Hoy se preguntan los darienitas, ¿Dónde quedó este Ítem contemplado en el tercer gran objetivo?.
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