9.21.2009

Proyecto Renovación Parque “Francisco Antonio Rada”


Redacción de El Cerrito
El Periódico
Considerando que se ha vuelto recurrente el despliegue masivo de información o "desinformación" a través de medios impresos y por la red, con respecto al proyecto de renovación del Parque Francisco Antonio Rada, a desarrollarse por iniciativa del gobierno del Doctor Reynaldo García Burgos, nos parece prudente, luego de haber guardado silencio ante la arremetida que ciudadanos cerriteños, han emprendido contra un proyecto que se ha vuelto pretexto para ganar protagonismo en el ámbito que sea, hacer algunas precisiones: Tendríamos que ser muy ciegos para no reconocer que el hito urbano más importante que tiene el Municipio de El Cerrito, se encuentra físicamente en condiciones lamentables; los pisos se encuentran averiados, producto de las raíces de 65 ficus, que en buena hora la Administración Municipal mandó a talar, autorizados por la CVC, con bajísimos costos y no gastándonos millones como algunos se atreven a afirmarlo, sin ningún tipo de soporte en su poder; no existe un sistema de evacuación de aguas lluvias; lo cual genera empozamiento constante, sobre todo en época de lluvias cuando toca subirse a los bordes de las materas para poder pasar. El sistema eléctrico es totalmente ineficiente, y no importa cuántas veces cambiemos las lámparas, no tardan en estar fundidas de nuevo. Hace años que la fuente de los leones no es una fuente, es una matera tugurizada, cuya reja sirve de aparador a vendedores ambulantes que los fines de semana cuelgan su mercancía en ella, y el comercio totalmente desorganizado, se suma a la larga lista de situaciones que los detractores del proyecto no reconocen, tal vez porque no les duele tanto como dicen.
La intervención propuesta, lejos de "acabar" con elementos constitutivos del parque, restitutuye conceptos perdidos y se extiende hacia las calzadas perimetrales, donde se establecen alamedas de arboles endémicos del Valle del Cauca, apropiados para espacio público; peatonalizando la carrera 11 como lo manda el Plan Básico de Ordenamiento Territorial, dejando algunas salvedades para que por ella puedan transitar vehículos de emergencia, y pero respetando el flujo vehicular que circula sobre las calles 6, 7 y la carrera 12; así como la recuperación de las condiciones dignas y de movilidad para las personas en situación de discapacidad, bien sea temporal o permanente. Las demoliciones programadas solo involucran los pisos actuales que se encuentran totalmente fracturados y las materas que se construyeron posterior a la declaratoria, con la clara intención de recomponer los valores iníciales. El valor agregado es más espacio para el peatón, para la aparición esporádica de eventos estacionarios de tipo cultural y la consecuente apropiación por parte de la comunidad; a eso le apuntan las "ciudades amables", al mejoramiento integral del entorno, política del orden nacional consecuente con el desarrollo lógico de una ciudad, no importa el tamaño que ella tenga.
El proceso de reubicación de los comerciantes ha sido un tema ampliamente debatido y
considerado, y dicho sea de paso, al final, los más beneficiados definitivamente van a ser ellos, que podrán seguir ofreciendo sus servicios pero en medio de un entorno agradable, que invita a permanecer no solo a locales sino a foráneos.
En cuanto al kiosco localizado frente a la iglesia y que se ha convertido en uno de los principales invasores del espacio público, fuente de quejas múltiples por parte de la comunidad, cabe aclarar que ese tipo de actividad definitivamente no es compatible con el tipo de espacio en el cual se desarrolla actualmente, y así se le hizo saber a su anterior dueño por parte de laa Suscrita, el Secretario de Gobierno y el Personero del Municipio, así que no es una novedad como se argumenta; además, aduce que no estamos siendo justos con la reubicación, pero si hablamos de justicia, ante todo debemos hablar de equidad, entonces, ¿por qué habríamos de reubicarlo en condiciones "especiales", cuando se sabe que no presenta compatibilidad de uso? El proyecto de intervención realizado tuvo un proceso previo de investigación de la historia y los procesos de transformación que tenía el parque desde sus inicios; los elementos propuestos, el lenguaje logrado, no es resultado de la experimentación como algunos mencionaron, sino la suma juiciosa de todos los conceptos encontrados con la colaboración del Licenciado Diego Carvajal, historiador Cerriteño, que nos permitió dar un vistazo al pasado y encontrar esos valores simbólicos de gran significancia para la comunidad, de manera que fueran reinterpretados y reconstruidos en un proceso de profundo respeto por la memoria cultural.
Para los cerriteños preocupados por el patrimonio, cuyo interés repentino se despertó luego de que el centro histórico declarado Monumento Nacional por la ley 163 de 1959, ha sido literalmente arrasado por cuenta de favores particulares y del absoluto silencio de los gobiernos de turno que nunca establecieron una política pública coherente, que permitiera defender los bienes de interés cultural por encima de los intereses de los propietarios de los predios que lo conforman.
Quiero aclarar, que el proyecto se encuentra radicado desde el día 13 de julio de 2009 en la dirección de patrimonio del Ministerio de Cultura, entidad competente para emitir concepto sobre intervenciones a bienes culturales del orden nacional, surtiéndose todos los procedimientos para obtener la licencia de intervención, que según la ley está tipificada como "conservación integral" y fue además socializado en el marco del "Seminario Anual de Conservación y Manejo de Centros Históricos" realizado en Santa Cruz de Mompos por el Ministerio de Cultura, en cabeza de la Dirección de Patrimonio y la Sociedad Colombiana de Arquitectos.
Finalmente, creo, como ya lo he mencionado de manera reiterada en las reuniones de socialización que se vienen haciendo al proyecto, no esperamos flores y aplausos, la crítica es bienvenida pero con argumentos reales, con el dominio del tema, como toca y no con las especulaciones nacidas del abyecto afán de entorpecer procesos gestados al interior de la administración, con el único interés de beneficiar al mayor número de cerriteños posibles, entregándoles una obra digna como se lo merecen.