6.08.2010

Yotoco se blinda contra el deterioro que ocasiona la hormiga arriera

Redacción Yotoco
El Periódico

Estos diminutos insectos que son capaces de cargar 50 veces su peso, están devorando silenciosamente cultivos, cimientos de construcciones y desbordando canales, en Yotoco su singular fascinación por los cítricos está desangrando la economía del municipio.
“Esta situación afecta la economía de la agricultura, toda vez que la hormiga arriera acaba con todas las plantas que se encuentra a su camino y sobre todo puede acabar con una cosecha en una noche”, aseguró Fernando Navarro, Alcalde de Yotoco.
Según estudios, el insecto tiene una vida promedio de 20 años y habita en mega colonias de hasta ocho millones de individuos, situación por la cual la hormiga arriera se ha vuelto un problema fundamental en la agricultura e hizo necesario unir esfuerzos para combatirla.
“Mediante decreto declaramos la primera semana de junio contra la hormiga arriera, consiste en que junto a todos los finqueros hecho previamente un censo, vamos a combatirla conjuntamente”, complementó el funcionario.
En varias zonas del municipio, lo que antes eran frondosos árboles de naranja, hoy son la base de gigantescos hormigueros de hasta 80 metros cuadrados; lo que hace perentorio aunar esfuerzos para combatirla, pues por separado es imposible extinguirla.
Ellas son buenas reguladoras del bosque, sobre todo del follaje, podan las plantas y hacen que rebroten, es decir, de alguna manera moldean la vegetación, pero si su hábitat es cada vez más invadido por el hombre, las consecuencias con seguridad no se harán esperar”, anota el investigador, quien adelanta un trabajo relacionado con la distribución de la arriera en Colombia.
Aunque la presencia de este insecto se convirtió en un problema preocupante en el Valle del Cauca, lo cierto es que más de la mitad del territorio nacional conoce su dañina actuación de la cual no escapan zonas como el Urabá antioqueño, el Eje Cafetero, los Llanos Orientales y la Costa Atlántica, así como los departamentos de Huila y Tolima.
Su fácil adaptación a diferentes ecosistemas, la compleja composición social y los millones de pérdidas que ocasiona al sector agrario, han sido motivo de investigación por parte de entomólogos de la Universidad Nacional que consideran que existe mucho desconocimiento alrededor de ella.
Perteneciente a la tribu Attini, la hormiga arriera cuya mayor representante en el país es la Atta Cephalotes, posee una organización compleja conformada por castas entre las que se encuentran obreras, jardineras, soldados, forrajeras, zánganos y reinas.
“La forma como funciona su actividad social no se ha descifrado en su totalidad por lo que no se ha encontrado tampoco un ‘talón de Aquiles’ para manejar su reproducción, la cual es tan alta que desborda cualquier cálculo”.
Se prevé, por ejemplo, que un nido maduro de hasta 80 metros cuadrados, es decir de dos años de antigüedad, puede llegar a estar compuesto por más de un millón de hormigas, capaces de destruir, en un año, hasta ocho toneladas de cultivos.